Tras la convocatoria de las élites en México para salir este domingo a dar apoyo a Peña Nieto y mostrar rechazo a las políticas racistas de Donald Trump, lo único que lograron fue que México les mostrara a ELLOS, a los convocantes, el mismo rechazo que se le tiene a Donald Trump. Había sido una convocatoria que se planeó desde una de las oficinas en Televisa, según lo que contó el periodista Julio Hernández «Astillero» y habían encargado la tarea a los «activistas» cercanos al poder, entre ellos Isabel Miranda de Wallace y Claudio X González, ambos con una aceptación más que nula entre la sociedad. Y ése fue el primer error.
El debate no se hizo esperar y desde los medios electrónicos se discutía si era conveniente o no salir a la movilización, porque se entendía que se estaría dando apoyo a Peña Nieto, al mismo tiempo que se rechazaba al gobierno del vecino del Norte. Así, algunos decían que se tenía que aprovechar para también señalar al responsable principal de lo que se está viviendo, al mismo Peña y que saldrían con esa intención y no con otra.
NOSOTROS realizamos transmisiones donde señalamos que los convocantes no eran, ni con mucho, dignos de credibilidad y mucho menos tenían autoridad moral para convocar a la sociedad a una movilización, ya que ELLOS mismos han salido a señalar y a criticar fuertemente las movilizaciones que en los últimos años se han realizado, como las convocadas por la CNTE o las que los familiares de los muchachos de Ayotzinapa han organizado. Aquello, simplemente era contradictorio, un verdadero despropósito y una farsa. Así que nuestro llamado fue a NO asistir.
Y la fecha llegó y el rechazo a la convocatoria se hizo patente al notar la raquítica movilización que, aun teniendo a la televisión nacional dándole difusión, no alcanzó ni con mucho a aquellas que son convocadas por la sociedad civil, alejadas siempre de las élites, de los partidos, de los políticos y del mismo mal gobierno. Su movilización fue un rotundo fracaso. Ganaron las redes sociales, perdió Televisa y Peña sigue siendo «apoyado» sólo por aquellos que se siguen beneficiando del poder.
Una de las convocantes, incluso, tuvo que salir por pies, ante los reclamos y reproches de quienes la encontraron cerca del Ángel de la Independencia. Isabel Miranda de Wallace corrió a un centro comercial a esocnderse, mientras se escuchaban gritos de «corrupta, corrupta» y «asesina, asesina».