En el México que los delincuentes que mal gobiernan han convertido a nuestro país, sus sicarios de azul tienen órdenes de detener a cualquiera, sea culpable de algo o no, para después desaparecerlo y hundir en la desesperación y el dolor a los familiares de todas estas personas. Después, por si se atreven a reclamar la presentación con vida de sus hijos o familiares, el mal gobierno usa a esos mismos sicarios y los manda reprimir. Esto es lo que sucedió en Veracruz y no sé si exista una persona con un gramo de humanidad, al menos, que no sienta dolor al escuchar a estas madres y padres, clamar para que les digan dónde están sus hijos, que la propia policía se llevó.
