«Chechenia tiene campos de concentración para homosexuales»; es la denuncia que está siendo investigada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo y que salió a la luz tras el trabajo de investigación del diario de la oposición rusa Nóvaya Gazeta.
El rotativo menciona que las autoridades chechenas mantienen en secreto no solo un campo, el de la ciudad chechena de Argún -en un antiguo complejo militar oficialmente en desuso desde hace varios años- sino varios, en diversas partes de su territorio.
Nóva Gazeta asegura que el líder de la república rusa, Ramzán Kadirov, negó las acusaciones argumentando que “si los homosexuales existieran en Chechenia, las fuerzas del orden público no tendrían que preocuparse de ellas: sus propias familias se encargarían de enviarlas donde no pudiesen volver”.
La Unión Europea (UE) ha pedido investigar la información, así como la denuncia sobre el presunto secuestro y asesinato de homosexuales en esta república rusa. Federica Mogherini, pidió que “cualquiera que sea declarado culpable o cómplice de semejantes crímenes comparezca ante la justicia” y recordó que si estas “graves violaciones de los derechos humanos están ocurriendo, se sumarían a la larga lista de abusos en Chechenia”.
“En vez de apoyar los derechos de las víctimas, algunos funcionarios de la República de Chechenia han llegado a intentar justificar la violencia contra ellas”, dijo Mogherini.
El medio de comunicación asegura que cientos de homosexuales han sido secuestrados y llevados a estos campos de concentración donde son sometidos a trabajos forzados y que la única intención del gobierno checheno, es «limpiar de homosexuales todo el territorio».
En pleno siglo XXI seguimos observando brutalidades de este tipo y parece ser que la comunidad internacional le tiene miedo a enfrentar lo que ocurre en lugares como Chechenia.