¡Saldrán a votar por fe! No existe argumentación sólida, contundente, que les asegure que su voto contará y que si contara, las cosas que sus candidatos les prometieron, llegarán a cumplirse; aun así, saldrán a votar. Por fe, por puritita fe. Y votar por fe, es tan absurdo, como creer que desde el sistema, ELLOS permitirán que la voz del ciudadano se exprese y además se convierta en verdadero mandato. Los más, saldrán a votar por la promesa de un tinaco, unas láminas o monedero electrónico; su voto vale lo que cuestan esos artículos, aunque su futuro se cancele por su acción ignorante. Otros saldrán a votar convencidos de que ‘el lobo, dejó de ser lobo y ya no comerá ovejas’; estos son los más inocentes, sin duda alguna. Unos más, saldrán a votar, porque desde la oposición controlada desde el propio sistema, les han vendido la idea de que «ELLOS sí son La Esperanza de México», la única, la última, la buena. En el circo electoral hay de todo y el pastel es muy grande, así que los que llaman, frenéticos, a «no permitir que gane el #PRI», esconden que en realidad lo que quieren es que les toque un poquito, aunque sea migajas. Si nadie votara por ELLOS, la ley dice que se les cancela el registro.
Es curioso, cuando menos, que a unos días de haberse publicado los resultados de una investigación que dice que en México, el 91% de los ciudadanos NO confían en los partidos políticos, porque los creen corruptos, gran porcentaje de esos ciudadanos ¡vayan a votar por quienes creen corruptos! ¿Será que nos resignamos a que la corrupción debe formar parte de la ‘democracia’? porque si es así, entonces no hay nada que hacer y nos toca resignarnos. Explíquenos de dónde sale esta incongruencia enorme de descalificar a los partidos, pero a la vez ir a avalarlos en las urnas. Insistimos: si nadie saliera a votar, los partidos (TODOS) perderían sus registros. Está en la ley.
¡Bueno, es que es tanto el terror que a ELLOS les da perder el poder, que hasta las altas esferas del clero se atreven a amenazar a sus fieles, diciéndoles que si se niegan a votar, cometen pecado! Sí, sí, la Iglesia católica que tendría que estar del lado del pueblo, al menos en el papel, se pone de tapetito para que el mal gobierno abuse de ese mismo pueblo. Lo han hecho siempre, no es cosa nueva. El Obispo de Irapuato, Guanajuato, una de dos; o perdió la brújula o perdió la decencia. NOSOTROS sabemos que votar, no da indulgencias y no te acerca ‘al cielo’ y también que no votar, no te va a llevar al infierno. Es mera manipulación desde las esferas del poder, para seguir teniendo al pueblo sometido. ¡Ah, esa dupla perversa entre religión y gobierno! ¡Cuánto daño le han hecho a la humanidad!
Los únicos que ya entendieron exactamente lo que hacen los partidos políticos, son precisamente aquello a los que ignoramos, por creer que ‘no saben’ que ‘son ignorantes’; y cada vez son más las comunidades indígenas de nuestro país, las que se niegan a permitir que en sus comunidades se instalen casillas, se realicen campañas y se celebre el circo electoral que en nada les ha resuelto jamás sus problemas. Este es el camino y lo seguimos ignorando.
Lo bueno es que ya se acabó su farsa, su circo electoral; se acabaron sus costosas campañas, sus mentiras y caritas de buenas gentes; se terminaron sus anuncios ridículos, las descalificaciones a sus ‘adversarios’ y sobre todo, la pesadez de tener que soportarlos más días, a toda hora, en los medios de paga, que son parte del mismo circo. Lo malo, es que el 7 de junio y días posteriores, los que saldrán a votar por fe y los otros, observarán cómo se desarrolló el nuevo fraude electoral.