La secta-partido-religión, llamado Movimiento de Regeneración Nacional, se comporta exactamente igual que sus pares; todos buscan sacar raja política de las causas más visibles en el país, aunque estas sean trágicas, como lo es el caso de la desaparición forzada de 43 de los nuestros en Iguala, en 2014. Los hemos visto en las movilizaciones, con sus banderas, con sus playeras y hasta juntando su logo partidista, con la leyenda «Morena es Ayotzinapa». Todo con tal de congraciarse con la gente y hacerle creer a muchos que las causas sociales no les son indiferentes. Pero lo que hay detrás de esto es puro y claro interés político electoral.
Es por eso que el vocero de los padres de los compas desaparecidos, de manera tajante niega que el movimiento que encabezan necesite o apoye a cualquier partido político; a ninguno, de ningún color y específicamente se refiere a la secta-religión-partido, Morena. ¡A ver si de una vez lo entienden!