El Jefe de Plaza Astudillo, se mostró muy ‘consternado’ porque desde el gobierno de Estados Unidos se alertó a los ciudadanos de aquél país, así como a sus funcionarios públicos, sobre el peligro que representaba viajar al estado de Guerrero y en especial al Puerto de Acapulco. El delincuente Astudillo, de hecho, había ‘invitado’ a los periodistas a dejar de publicar sobre la violencia que se vive en la entidad; probablemente cree que con ocultarla, los asesinatos dejarán de ocurrir.
Y mientras el Jefe de Plaza se ‘indignaba’ por la ‘desproporcionada’ medida de los estadounidenses, el día de ayer, en Acapulco, en diferentes puntos de la ciudad, ejecutaron a 8 personas más. Pese a que, probablemente, hoy por hoy, ése sea el lugar con más presencia policíaca y militar en el país. Es una forma, muy sutil, de recordarle al criminal Astudillo, que no se mata la verdad, callando periodistas.