El puerto de Acapulco, la joya principal del turismo en México, es ahora una de las ciudades más violentas y sangrientas a nivel mundial, según lo señalan investigaciones de la fundación InSight Crime.
En un análisis de esta fundación encargada de realizar investigaciones acerca del crimen organizado y que también ha trabajado para el Departamento de Estado de los E.U.A, señala que Acapulco está atravesando por una ola de crímenes que va a la alza. En 2015, el puerto, cerró con una tasa de homicidios de 105 por cada 100,000 habitantes (905 homicidios en total), lo que la convierte en la ciudad más violenta de México y, a escala mundial, ocupa el cuarto sitio.
Un factor determinante para comprender estas cifras rojas, lo es, en efecto, el crimen organizado que tal pareciera se ha adueñado del puerto, manejando a sus anchas los negocios ilícitos en los que están inmiscuidos, extorsionando a los comerciantes que con esfuerzos logran vender sus artículos, ejecutando y secuestrando gente inocente, luchando contra sus contrincantes por las plazas, todo esto bajo el amparo de la dócil y permisiva mirada de las fuerzas federales que deambulan con singular prepotencia y arrogancia en tierras guerrerenses, jactándose de ser los principales actores para que en vacaciones, Acapulco cuente con turismo en sus playas.
Mientras que, a los servidores públicos locales, como los de Protección Civil de Acapulco, la Policía Turística y Zona Tur se les mantiene con un presupuesto anual muy recortado y limitado, a las fuerzas federales se les ha pagado, tan sólo en hospedaje, 32 MDP, para que en su ineficiente labor, puedan descansar cómodamente en hoteles de lujo. A la Coordinación de Protección Civil de Acapulco se les ha asignado un presupuesto anual de 6 millones de pesos, algo menor de lo que se les otorga a las jóvenes de la Policía Turística. A la nueva dependencia, Zona Tur, sobrevive con apenas 3 millones de pesos al año, siendo los encargados de recolectar las inmensas toneladas de basura que dejan los vacacionistas. En cuestión de efectividad y eficiencia, claramente ellos lo han sido más que todos los elementos de seguridad pública federal, como marinos, militares, policías federales, entre otros.
Anteriormente, la violencia criminal en Acapulco, se concentraba principalmente en la periferia del puerto, ahora, sin embargo, se ha recrudecido de tal modo que ya existen asesinos que perpetúan homicidios en motos acuáticos y matan a los comerciantes que se niegan a pagar derecho de piso, a plena luz del día. Si bien la economía de Guerrero se sostiene en un 80% gracias al turismo, se vislumbra que si la violencia continua en este estado, su principal fuente de ingresos puede verse afectada, ahuyentando tanto a visitantes como a comerciantes locales.
Durante esta Semana Santa, que va desde el “domingo de ramos” al “sábado de gloria”, han muerto 38 personas en este puerto, que pese a la violencia, se registró una ocupación hotelera del 92% según lo señalan autoridades locales, así como también al reforzamiento de la seguridad que con motivo del periodo vacacional de la Semana Santa, se desplegaron 4 mil 500 integrantes de las fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno, incluyendo al Ejército y la Armada de México.
En el operativo también participan tres helicópteros, 350 vehículos, 70 motos, 18 cuatrimotos, seis embarcaciones. Los federales fracasaron y ante su derrota el comisionado federal de seguridad quiere tapar el sol con un dedo al sostener que “Acapulco está tranquilo”.
Sobre este incremento en la violencia, el gobernador Héctor Astudillo, en declaraciones a la prensa, aseguró que la disputa por territorio, para la venta de “cosas ilícitas” es el motivo que genera la ola de asesinatos y ataques. Por su parte, el fiscal General de Guerrero, Javier Olea, dijo que “el aumento en la venta de droga, por las vacaciones, es lo que genera la violencia”.
Extorsiones en Acapulco y algunos casos de homicidio en el puerto.
A lo largo de este 2016, se ha presentado una alarmante tendencia: criminales con motos acuáticos, están asesinando a vendedores ambulantes y lancheros, además, redes de extorsión que operan en la zona, están cobrando un 15% sobre las utilidades netas a comerciantes locales. Los asesinatos a vendedores ambulantes y lancheros pueden ser interpretados como un mensaje claro a los demás comerciantes acerca del modus operandi de estos criminales: o pagas o mueres.
El 29 de enero, un asesino llegó nadando hasta la playa de la bahía de Acapulco desde su moto acuática, con una pistola de 9 mm en la mano, y le disparó tres veces en el pecho a un vendedor de playa de 46 años de edad, informó Daily Mail. El asesinato, ocurrido a plena luz del día y ante la mirada atónita de los turistas que a esa hora tomaban el sol en la playa, es el cuarto “asesinato con motos acuáticas” en este destino turístico en lo que va corrido del año. Tras el homicidio, el asesino nadó de regreso a su moto acuática, que era conducida por un cómplice, y se alejaron rápidamente de la costa. La policía mexicana se demoró una hora para responder al ataque, y más de un mes después los autores del crimen no han sido identificados.
Ayer, 22 de marzo, dos hombres fueron asesinados y uno más resultó herido en un atentado ocurrido en la playa “La Angosta”. Según testigos, éste ocurrió a las 18:00 horas, cuando sujetos armados dieron muerte a Mario Alberto Rodríguez y a Virgilio Avilés.
El martes pasado, ocho personas fueron asesinadas en distintos hechos. En la playa La Angosta, cerca de La Quebrada, dos hombres fueron asesinados a balazos; en el bar Las Gaviotas, en la carretera México-Acapulco, mataron a dos mujeres y un hombre; mientras que dos hombres más fueron abatidos en un centro nocturno de ciudad Renacimiento; y el gerente de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado también fue ultimado.